sábado, 10 de marzo de 2007

El Mulhacén, rey geológico de la Península Ibérica



Una leyenda de amor

De todas las leyendas que vagabundean por las lenguas, mentes y recuerdos de los lugareños de Sierra Nevada, destaca la historia del rey moro Muley Hassen, padre del mítico Boabdil, el último monarca de Granada, que rindió la ciudad a los Reyes Católicos.

La vieja historia cuenta que Muley Hassen conoció a una hermosa doncella de nombre Isabel de Solís entre las esclavas del séquito de su esposa, la sultana Aixa, de la que se enamoró terriblemente. El árabe convirtió a la joven cristiana al Islam y la declaró su favorita con el nombre de Zoraya, lucero de la mañana.

El romance no fué admitido por su celosa esposa, que se dedicó a levantar la corte en contra de su marido, dando lugar a una serie de enfrentamientos y dramáticos acontecimientos que terminaron en una sangrienta guerra civil. Muley Hassen tuvo que huir de Granada, y al poco tiempo murió en la fortaleza de Mondújar, acompañado de su amada y un pequeño grupo de fieles seguidores que ayudaron a Zoraya a enterrar al viejo y apasionado rey en la cumbre del pico más alto de la cadena de montañas.

Desde entonces, el rey geológico de todas las geografías de Sierra Nevada lleva el nombre del rey nazarí que renunció a su reino por amor.